jueves, 27 de septiembre de 2007

CARTA DEL PAPA A LOS JÓVENES (2007)

"Amaos unos a otros como yo os he amado" (Jn 13,34)

Queridos jóvenes:

Con ocasión de la XXII Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en las diócesis el próximo Domingo de Ramos, quisiera proponer para vuestra meditación las palabras de Jesús: “Amaos unos a otros como yo os he amado” (cf. Jn 13,34).

¿Es posible amar?

Toda persona siente el deseo de amar y de ser amado. Sin embargo, ¡qué difícil es amar, cuántos errores y fracasos se producen en el amor! Hay quien llega incluso a dudar si el amor es posible. Las carencias afectivas o las desilusiones sentimentales pueden hacernos pensar que amar es una utopía, un sueño inalcanzable, ¿habrá, pues, que resignarse? ¡No! El amor es posible y la finalidad de este mensaje mío es contribuir a reavivar en cada uno de vosotros, que sois el futuro y la esperanza de la humanidad, la fe en el amor verdadero, fiel y fuerte; un amor que produce paz y alegría; un amor que une a las personas, haciéndolas sentirse libres en el respeto mutuo. Dejadme ahora que recorra con vosotros, en tres momentos, un itinerario hacia el “descubrimiento” del amor.

Dios, fuente del amor

El primer momento hace referencia a la única fuente del amor verdadero, que es Dios. San Juan lo subraya bien cuando afirma que “Dios es amor” (1 Jn 4,8.16); con ello no quiere decir sólo que Dios nos ama, sino que el ser mismo de Dios es amor. Estamos aquí ante la revelación más esplendorosa de la fuente del amor que es el misterio trinitario: en Dios, uno y trino, hay una eterna comunicación de amor entre las personas del Padre y del Hijo, y este amor no es una energía o un sentimiento, sino una persona: el Espíritu Santo.

La Cruz de Cristo revela plenamente el amor de Dios

¿Cómo se nos manifiesta Dios-Amor? Estamos aquí en el segundo momento de nuestro itinerario. Aunque los signos del amor divino ya son claros en la creación, la revelación plena del misterio íntimo de Dios se realizó en la Encarnación, cuando Dios mismo se hizo hombre. En Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, hemos conocido el amor en todo su alcance. De hecho, “la verdadera originalidad del Nuevo Testamento –he escrito en la Encíclica Deus Caritas Est– no consiste en nuevas ideas, sino en la figura misma de Cristo, que da carne y sangre a los conceptos: un realismo inaudito” (n. 12). La manifestación del amor divino es total y perfecta en la Cruz, como afirma san Pablo: “La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (Rm 5,8). Por tanto, cada uno de nosotros, puede decir sin equivocarse: “Cristo me amó y se entregó por mí” (cf. Ef 5,2). Redimida por su sangre, ninguna vida humana es inútil o de poco valor, porque todos somos amados personalmente por Él con un amor apasionado y fiel, con un amor sin límites. La Cruz, locura para el mundo, escándalo para muchos creyentes, es en cambio “sabiduría de Dios” para los que se dejan tocar en lo más profundo del propio ser, “pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres” (1 Co 1,24-25). Más aún, el Crucificado, que después de la resurrección lleva para siempre los signos de la propia pasión, pone de relieve las “falsificaciones” y mentiras sobre Dios que hay tras la violencia, la venganza y la exclusión. Cristo es el Cordero de Dios, que carga con el pecado del mundo y extirpa el odio del corazón del hombre. Ésta es su verdadera “revolución”: el amor.

Amar al prójimo como Cristo nos ama

Llegamos aquí al tercer momento de nuestra reflexión. En la Cruz Cristo grita: “Tengo sed” (Jn 19,28), revelando así una ardiente sed de amar y de ser amado por todos nosotros. Sólo cuando percibimos la profundidad y la intensidad de este misterio nos damos cuenta de la necesidad y la urgencia de que lo amemos “como” Él nos ha amado. Esto comporta también el compromiso, si fuera necesario, de dar la propia vida por los hermanos, apoyados por el amor que Él nos tiene. Ya en el Antiguo Testamento Dios había dicho: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18), pero la novedad de Cristo consiste en el hecho de que amar como Él nos ha amado significa amar a todos, sin distinción, incluso a los enemigos, “hasta el extremo” (cf. Jn 13,1).

Testigos del amor de Cristo

Quisiera ahora detenerme en tres ámbitos de la vida cotidiana en los que vosotros, queridos jóvenes, estáis llamados de modo particular a manifestar el amor de Dios. El primero es la Iglesia, que es nuestra familia espiritual, compuesta por todos los discípulos de Cristo. Siendo testigos de sus palabras – “La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros” (Jn 13,35) –, alimentad con vuestro entusiasmo y vuestra caridad las actividades de las parroquias, de las comunidades, de los movimientos eclesiales y de los grupos juveniles a los que pertenecéis. Sed solícitos en buscar el bien de los demás, fieles a los compromisos adquiridos. No dudéis en renunciar con alegría a algunas de vuestras diversiones, aceptad de buena gana los sacrificios necesarios, dad testimonio de vuestro amor fiel a Cristo anunciando su Evangelio especialmente entre vuestros coetáneos.

Prepararse para el futuro

El segundo ámbito, donde estáis llamados a expresar el amor y a crecer en él, es vuestra preparación para el futuro que os espera. Si sois novios, Dios tiene un proyecto de amor sobre vuestro futuro matrimonio y vuestra familia, y es esencial que lo descubráis con la ayuda de la Iglesia, libres del prejuicio tan difundido según el cual el cristianismo, con sus preceptos y prohibiciones, pone obstáculos a la alegría del amor y, en particular, impide disfrutar plenamente esa felicidad que el hombre y la mujer buscan en su amor recíproco. El amor del hombre y de la mujer da origen a la familia humana y la pareja formada por ellos tiene su fundamento en el plan original de Dios (cf. Gn 2,18-25). Aprender a amarse como pareja es un camino maravilloso, que sin embargo requiere un aprendizaje laborioso. El período del noviazgo, fundamental para formar una pareja, es un tiempo de espera y de preparación, que se ha de vivir en la castidad de los gestos y de las palabras. Esto permite madurar en el amor, en el cuidado y la atención del otro; ayuda a ejercitar el autodominio, a desarrollar el respeto por el otro, características del verdadero amor que no busca en primer lugar la propia satisfacción ni el propio bienestar. En la oración común pedid al Señor que cuide y acreciente vuestro amor y lo purifique de todo egoísmo. Non dudéis en responder generosamente a la llamada del Señor, porque el matrimonio cristiano es una verdadera y auténtica vocación en la Iglesia. Igualmente, queridos y queridas jóvenes, si Dios os llama a seguirlo en el camino del sacerdocio ministerial o de la vida consagrada, estad preparados para decir “sí”. Vuestro ejemplo será un aliciente para muchos de vuestros coetáneos, que están buscando la verdadera felicidad.

Crecer en el amor cada día

El tercer ámbito del compromiso que conlleva el amor es el de la vida cotidiana en sus diversos aspectos. Me refiero sobre todo a la familia, al estudio, al trabajo y al tiempo libre. Queridos jóvenes, cultivad vuestros talentos no sólo para conquistar una posición social, sino también para ayudar a los demás “a crecer”. Desarrollad vuestras capacidades, no sólo para ser más “competitivos” y “productivos”, sino para ser “testigos de la caridad”. Unid a la formación profesional el esfuerzo por adquirir conocimientos religiosos, útiles para poder desempeñar de manera responsable vuestra misión. De modo particular, os invito a profundizar en la doctrina social de la Iglesia, para que sus principios inspiren e iluminen vuestra actuación en el mundo. Que el Espíritu Santo os haga creativos en la caridad, perseverantes en los compromisos que asumís y audaces en vuestras iniciativas, contribuyendo así a la edificación de la “civilización del amor”. El horizonte del amor es realmente ilimitado: ¡es el mundo entero!

Atreverse a amar” siguiendo el ejemplo de los santos

Queridos jóvenes, quisiera invitaros a “atreverse a amar”, a no desear más que un amor fuerte y hermoso, capaz de hacer de toda vuestra vida una gozosa realización del don de vosotros mismos a Dios y a los hermanos, imitando a Aquél que, por medio del amor, ha vencido para siempre el odio y la muerte (cf. Ap 5,13). El amor es la única fuerza capaz de cambiar el corazón del hombre y de la humanidad entera, haciendo fructíferas las relaciones entre hombres y mujeres, entre ricos y pobres, entre culturas y civilizaciones. De esto da testimonio la vida de los Santos, verdaderos amigos de Dios, que son cauce y reflejo de este amor originario. Esforzaos en conocerlos mejor, encomendaos a su intercesión, intentad vivir como ellos. Me limito a citar a la Madre Teresa que, para corresponder con prontitud al grito de Cristo “Tengo sed”, grito que la había conmovido profundamente, comenzó a recoger a los moribundos de las calles de Calcuta, en la India. Desde entonces, el único deseo de su vida fue saciar la sed de amor de Jesús, no de palabra, sino con obras concretas, reconociendo su rostro desfigurado, sediento de amor, en el rostro de los más pobres entre los pobres. La Beata Teresa puso en práctica la enseñanza del Señor: “Cada vez que lo hicisteis a uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40). Y el mensaje de esta humilde testigo del amor se ha difundido por el mundo entero.

El secreto del amor

Cada uno de nosotros, queridos amigos, puede llegar a este grado de amor, pero solamente con la ayuda indispensable de la gracia divina. Sólo la ayuda del Señor nos permite superar el desaliento ante la tarea enorme por realizar y nos infunde el valor de llevar a cabo lo que humanamente es impensable. La gran escuela del amor es, sobre todo, la Eucaristía. Cuando se participa regularmente y con devoción en la Santa Misa, cuando se transcurre en compañía de Jesús eucarístico largos ratos de adoración, es más fácil comprender lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo de su amor, que supera todo conocimiento (cf. Ef 3,17-18). Además, el compartir el Pan eucarístico con los hermanos de la comunidad eclesial nos impulsa a convertir “con prontitud” el amor de Cristo en generoso servicio a los hermanos, como lo hizo la Virgen con Isabel.

Hacia el encuentro de Sydney

A este respecto, resulta iluminadora la exhortación del apóstol Juan: “Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad” (1 Jn 3,18-19). Queridos jóvenes, con este espíritu os invito a vivir la próxima Jornada Mundial de la Juventud junto con vuestros Obispos en las propias diócesis. Ésta representará una etapa importante hacia el encuentro de Sydney, cuyo tema será: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos”(cf. Hch 1,8). María, Madre de Cristo y de la Iglesia, os ayude a hacer resonar en todas partes el grito que ha cambiado el mundo: “¡Dios es amor!”. Os acompaño con la oración y os bendigo de corazón.

Vaticano, 27 de enero de 2007

jueves, 20 de septiembre de 2007

XXIII CONGRESO CLAJMUR 2007

SÍNTESIS GEOGRÁFICA DE PASTAZA

Provincia de la región de Oriente. Limita al N con la provincia de Napo, al S con la de Morona Santiago, al E con la República de Perú y al O con las provincias de Tungurahua y Morona Santiago. Su capital, El Puyo. Con una superficie de 29.773 Km.², comprende los cantones de Mera, Pastaza y Santa Clara. Casi todo el territorio está cubierto por la selva amazónica y en su extremo oriental se encuentra la cumbre más alta, el Cerro Hermoso (4.639 m.).

El clima es ecuatorial, cálido y húmedo. Sus principales ríos son el Curacay, Bobonaza, Pindoyacu y el Tigre. Provincia básicamente agrícola, produce yuca, plátanos, maíz y cítricos; posee además una explotación forestal de maderas finas como canelo, caoba, cedro, etc. Tiene un gran potencial minero: sílice, cobalto y lavaderos de oro.

Entrada a la provincia de Pastaza

Río Piatúa

Río Piatúa

“SOY YO, QUIEN LOS HA ELEGIDO, PARA QUE VAYAN Y DEN FRUTO…”
( Jn. 15,16)

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES

LUGAR: Santa Clara – Pastaza
FECHA: 2, 3, 4 de noviembre del 2007
COORDINADORES: Clajmur Santa Clara – Secretaria del Directorio
NÚMERO DE PARTICIPANTES: Abierto
VALOR: $ 15,00 por participante.

OBJETIVOS

GENERAL: Conocer más la persona de Cristo vivo.

ESPECÍFICOS:
  1. Estudiar la Carta del Papa a los jóvenes, para descubrir el amor misericordioso y personal que Cristo nos tiene y vivir nuestro compromiso de fe.
  2. Conocer el Documento Conclusivo de Aparecida, en lo que concierne a los adolescentes y jóvenes que nos anima a asumir una misión como compromiso de vida.
  3. Estudiar las virtudes de humildad y caridad de la vida de San José.
  4. Integrar a todos los miembros del Clajmur como “Una bien unida familia”.
  • VIERNES, 2 DE NOVIEMBRE

HORA/ACTIVIDAD/RESPONSABLE

08h00 - Recepción y ubicación de las delegaciones. Santa Clara

11h00 - Integración y ambientación – Dinámica del Periodista. Hugolino

12h00 -
Almuerzo. Santa Clara

14h00 -
Ambientación – Cantos y dinámicas. Guayaquil

14h30 -
Saludo de bienvenida. Santa Clara
  • Entronización de Nuestra Señora Inmaculada. Santa Clara
  • Exposición de los objetivos del Congreso. P. Paquito
14h45 - TEMA: Carta del Papa a los jóvenes. Salinas
  • Exposición – Taller: Los Tres Momentos
  1. Dios fuente del Amor.
  2. La Cruz de Cristo revela plenamente el amor de Dios.
  3. Amar al prójimo como Cristo nos amó.
  • Plenaria.

15h30 - TEMA: Carta del Papa a los jóvenes. Guayaquil
  • Exposición – Taller: Los Tres Ámbitos
  1. Testigos del amor de Cristo.
  2. Prepararse para el futuro.
  3. Crecer en el amor cada día.
  • Plenaria.

16h15 - Refrigerio. Clajmur antiguos

16h30
- Cantos y dinámicas. La Magdalena

16h45
- Video Clajmur. Jonathan y Lupe
  • Compartiendo experiencias de grupo.
  • Conclusiones y compromisos.
18h00 - Receso de integración – Continúa dinámica del Periodista. Hugolino

19h00
- Cena. Archidona

20h00
- Oración – El Santo Rosario. Babahoyo

21h00 -
Descanso. Santa Clara - Todos

  • SÁBADO 3 DE NOVIEMBRE

06h00 - Despertar con Jesús. Santa Clara

06h30 - Encuentro de oración. San José

07h00
- Desayuno. La Magdalena

08h00 -
Cantos y dinámicas. Babahoyo

08h15
- TEMA: Documento Conclusivo de Aparecida. Alejandro
  • Exposición – Taller.
09h15 - Video de San Leonardo Murialdo. Jonathan

09h45 - Conclusiones y compromisos. Alejandro y Jonathan

10h00
- Refrigerio. Salinas

10h30
- TEMA: San José. San José
  • Exposición – Taller: Las virtudes de San José.
  1. La Humildad.
  2. La Caridad.
11h30 - Plenaria, conclusiones y compromisos. San José

12h00 - Almuerzo. Guayaquil

13h00 - Visita al Río Piatua y deportes. Santa Clara – La Magdalena

18h00 -
Preparación “Noche Murialdina”. Todos

19h00 -
Cena. San José

20h00 -
Noche Murialdina. Santa Clara - Todos

23h00 - Oración final. P. Paquito

  • DOMINGO 4 DE NOVIEMBRE

06h00 - Despertar con Jesús. Santa Clara

06h30 - Encuentro de oración. Salinas

07h00 -
Desayuno. Clajmur antiguos

08h00 -
Marcha de la Fe al Santuario de Ntra. Sra. De Baños en Santa Clara. Santa Clara - Todos

09h00 -
Eucaristía de promesas, prepromesas y renovación de promesa. P. Provincial y sacerdotes invitados

10h00 -
Consejo
  1. Elección de la nueva Directiva del Consejo Clajmur. P. Paquito y Presidente saliente
  2. Elección de la sede del XXIV Congreso Clajmur. P. Paquito
  3. Entrega del Paquito de Oro, Plata y Bronce y medallas de reconocimiento a los jóvenes. P. Paquito
11h30 - Conclusiones y compromisos del Congreso. P. Paquito

12h00 - Almuerzo. Santa Clara

13h00 - Despedida: “No es más que un hasta luego”. Santa Clara

  • NOTAS IMPORTANTES:
  1. El grupo de animación de la Eucaristía será conformado con un integrante de cada delegación (guitarra). Responsable Lupe.
  2. Para la entrega de los Paquitos y Medallas de Reconocimiento se entregará al P. Paquito, la hoja de vida del candidato en la que conste: Comportamiento, actividades apostólicas y vivencia cristiana desde el Congreso 2006 hasta el presente Congreso y será un compañero que presentará al candidato a los congresistas.
  3. Los celulares se apagarán durante el desarrollo de las actividades del Congreso.
  4. No traer Discman, radios, etc; y queda prohibido el consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos.
  5. Los integrantes no podrán apartarse de las actividades y lugares destinados para el desarrollo del Congreso, sin la autorización del Coordinador General.
  6. Motivar previamente a los participantes que deben trabajar con responsabilidad y cumplir con las normas establecidas para el desarrollo del Congreso.
  7. Cada sede preparará debidamente lo que corresponde a temas de exposición, Eucaristía; una pancarta de 2,50 cm. x 0,70 cm. escrito el lugar de procedencia.
  8. Traer ropa deportiva, traje de baño, repelente, sábanas y menaje de aseo personal.
  9. Confirmar hasta el 15 de octubre el número de participantes al Congreso a: Jhonny Borja 032884172 / 084950318 (MOVI)- Miguel Quiñónez 095732429 (MOVI)
  10. Preparar un número artístico (sainete, declamación, skech cómico etc)

BIENVENIDOS Y BUEN VIAJE

miércoles, 19 de septiembre de 2007

LEALTAD

Hacer aquello con lo que uno se ha comprometido aun entre circunstancias cambiantes. Un valor sin el cual nos quedamos solos y que debemos vivir nosotros antes que nadie.

La lealtad es una virtud que desarrolla nuestra conciencia. Ella nos conduce profundamente hacia una situación, a través de ésta, y hacia la salida del otro lado, emergiendo como una persona más evolucionada.

La lealtad es un corresponder, una obligación que se tiene con los demás. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. La lealtad es un valor, pues quien es traidor se queda solo. Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superficial, o trabajar en un lugar simplemente porque nos pagan. Sin embargo la lealtad implica un compromiso que va más hondo: es el estar con un amigo en las buenas y en las malas, es el trabajar no solo porque nos pagan, sino porque tenemos un compromiso más profundo con la empresa en donde trabajamos, y con la sociedad misma.

La lealtad es una llave que nos permite tener auténtico éxito cuando nos relacionamos. La lealtad es un valor que no es fácil de encontrar. Es, por supuesto, más común aquella persona que al saber que puede obtener algo de nosotros se nos acerque y cuando dejamos de serle útil nos abandona sin más. Es frecuente saber que alguien frecuenta un grupo contrario porque le da más beneficios. Y lo que acaba ocurriendo es que nadie confía en ese tipo de personas.

La lealtad es esencial en la amistad. Los conocidos se hacen amigos a través de la lealtad mutua. La lealtad es un esencial en la amistad que se ha desarrollado en el compromiso de corazones entre dos personas. En una relación de corazón a corazón la lealtad desarrolla la confianza mutua.

Es nuestro deber el ser leal a aquellos que dependen de nosotros: familia, amigos, nuestros empleados o nuestro empleador. La lealtad es amor bondadoso en acción. La lealtad es potenciada por la energía que viene hacia nuestro cuerpo al cuidar nuestras actitudes y pensamientos. La lealtad desarrolla nuestra alma en conciencia, transformándonos en la creación más hermosa posible de un ser humano.

Como vemos, la lealtad se relaciona estrechamente con otras virtudes como la amistad, el respeto, la responsabilidad y la honestidad entre otras.

Podemos ver como actitudes desleales:

- Las críticas que se hacen de las personas, haciendo hincapié en sus defectos, lo limitado de sus cualidades o lo mal que hacen su trabajo.

- Divulgar las confidencias que se nos han hecho.

- Quejarnos del modo de ser de alguien y no ayudarlo para que se supere.

- Dejar una amistad por razones injustificadas y de poca trascendencia.

- El poco esfuerzo que se pone al hacer un trabajo o terminarlo.

- Cobrar más del precio pactado.

No basta contradecir las actitudes desleales para ser leal, es necesario detenernos a considerar algunos puntos:

- En toda relación se adquiere un deber respecto a las personas. Como la confianza y el respeto que debe de haber entre padres e hijos, la empresa con los empleados, entre los amigos, los alumnos hacia su escuela...

- Se deben buscar y conocer las virtudes permanentes para cualquier situación, de otra forma se es “leal” mientras se comparten las mismas ideas.

- La lealtad no es una consecuencia de un sentimiento afectivo, es el resultado del discernimiento para elegir lo que es correcto.

- Si se coloca como valor fundamental el alcance de objetivos, se pierde el sentido de cooperación. La persona que participa en una actividad sólo por el éxito que se tiene, fácilmente abandona la empresa porque las cosas no salen bien o simplemente deja de obtener los beneficios a que estaba acostumbrado.

- Lo importante es vivir las virtudes por lo que representan, no por las personas que en algún momento dictan una norma.

Con todo lo anterior veremos que aún sin darnos cuenta, las relaciones que hemos sabido mantener se deben en gran medida a la vivencia del valor de la lealtad.

DE LA LEALTAD

Una preocupación hace bullir mi mente y un dolor ensombrece mi alma. Seres sin escrúpulos de conciencia, que pretenden imponer su voluntad por encima de todo, lograr unos fines -por demás inconfesables- sin reparar en la honestidad de los medios. Ninguno cuenta con el libre albedrío de la persona que pretenden doblegar.

Insultos, amenazas, calumnias..., son sus armas. Armas que poco dicen a favor de quien las utiliza. Alianzas pactadas en la sombra porque no se atreven a obrar a la luz del día. Aprovechar debilidades ajenas para lograr sus objetivos. Jugar descaradamente con lealtades.

Y, en medio de todo este asunto, está en juego mi sentido de la amistad y la fidelidad. Tengo la conciencia muy tranquila. Las ideas muy claras. Sé perfectamente lo que tengo que hacer: caso omiso a quienes no merecen el apelativo de personas. No ignoro que pretenderán atacarme. Se volverán contra mí. Pero tengo a mi favor que han olvidado totalmente contar con mi propio discernimiento y voluntad de acción.

No me importa recibir una serie de golpes, por muy traicioneros que sean, si con ello un amigo se ve libre.

Por mantener incólume una amistad, por evitar un daño a un amigo, me enfrento a quien sea. Porque tengo unos principios más honestos, porque la bajeza y ruindad de algunos no me da miedo, porque no abandono a los míos cuando las cosas se ponen feas... porque, en definitiva... soy leal.